Rosas Viajeras Para Julia

Nereida se iba a Alicante a darle una sorpresa a su mami y me pidió que le hiciéramos una tarta. Yo quería hacerle el bizcocho, pero como no tenía tiempo le dije que lo hiciera ella,  que se viniera a mi casa y aquí lo decorábamos.

Tenía en mente  decorarlo con algunas flores, así me puse a investigar y encontré un turorial de rosas en el foro de la tienda Dulces Ilusiones. Nos pusimos manos al azúcar y empezamos a hacer rositas... Nos liamos con las florecillas que da gusto; colorcito, luego hicimos tropecientas hojitas y otra vez a poner colorcito;  y así llegó la hora de la cubierta, después de ese día entendí que los caprichos del fondant y su elasticidad se deben entre otras cosas a la cantidad de azúcar. Moraleja: nunca pongas todo el azúcar que dice la receta, cuando esté a punto hay que parar.

El caso es que el fondant nos llevó por el camino de la amargura hasta que pudimos neutralizar al enemigo, a pesar de todo, la tarta quedó muy bonita. A Julia le gustó mucho, aunque sé de buena fuente que lo que más le gustó fue ver a su niña.  

Tuve una ayudante excepcional, y aunque trabajamos muchas horas, nos entendimos estupendamente en la cocina. Resultado: una tarta hecha con mucha ilusión.

El bizcocho era de yogur bañado con  crema de chocolate. Yo me quedé con ganas de probarlo, aunque me dijo Nere que estaba muy rico.

Por mi parte, me alegro que nuestras rositas hayan ido tan lejos y que hayan sido fotografiadas por la agasajada y sus amigas.

Besitos

P.D. En Dulces Ilusiones es donde compro todos mis juguetitos reposteriles y donde además, siempre me atiende Beatriz con una sonrisa y una solución a todos mis dilemas de color, purpurina y azúcar.