¿Se acuerdan que la
semana pasada les hablé de Toño?; él y yo cumplimos años el mismo día y como íbamos a encontrarnos en el concierto de
Alain, quise darle una sorpresita.
Tenía que llevar chocolate, así que le hice mi bizcocho favorito: chocolate de whimsical bakehouse... No existe en el mundo un bizcocho más rico y jugoso que este, y si existe yo no lo conozco. Un Swiss Meringue Buttercream de vainilla con cerezas del Valle del Jerte y almíbar producto de la maceración de las cerezas en azúcar moreno... ¿A que suena delicioso?
Para contarles quien es Toño tengo que empezar por Marta. Cuando ella era mi compañera de piso la vida me sacudió de una manera tan brusca y repentina que me quedé sin suelo. Es muy duro estar solo cuando quieres estar con tu familia y no puedes porque la burocracia y el océano te separan de ella.
Entonces Marta y su familia me acogieron y me arroparon. Para mí fue vital y sé que si ellos no hubieran estado allí, yo me hubiera hundido; eso me pone en deuda eterna de cariño no solo con ella, sino con sus padres Toño y Rosa (la misma de
estas torrijas).
Hoy puedo decir que soy una afortunada y además puedo darme el lujo de afirmar que tengo familia en Venezuela, y en España (familia que tambiñen incluye a Esther, de la que les hablaré en otro momento).
Por eso elegí estrellas para Antonio.
Pero mejor me pongo con los "detalles técnicos" de la tarta porque ya se me está haciendo un nudo en la garganta. La receta del bizcocho está en
este enlace, lo único distinto que hago ahora es que una vez desmoldados el bizcocho lo envuelvo en papel film y lo meto en la nevera, así, aún caliente; de esta manera quedan más jugosos porque todo el vapor que emanan lo absorbe otra vez.
Hay que dejarlo enfriar muy bien y lo nivelamos con una lira o con un cuchillo de sierra, aunque yo prefiero la lira porque hace el corte más limpio. A partir de ahí les dejo las imágenes.



Con el calor trabajo muy tempranito por la mañana y bien tarde por la noche, cuando ya ha refrescado; además tiene que ser rápido para que no se sequen las masas ni se derritan las cremas.
Antes de cubrir la tarta con fondant, alisé las irregularidades que habían quedado con una espátula caliente, esto lo hago sumergiéndola en agua muy caliente, secándola y pasándola por la tarta hasta conseguir un acabado lo más limpio posible, pues mientras más lisito quede el frosting, la tarta va a quedar mejor cuando la cubramos con el fondant.
Me faltan fotos de esta parte del proceso, pero aquí se puede apreciar cómo quedó después de cubrir.
El SMBC es una de mis cremas favoritas porque es muy suave, no es nada empalagosa y lo que es mejor, no necesita refrigeración
☺.
Ingredientes
100 g de claras de huevo pasteurizadas
200 g de azúcar blanco(normal)
300 g de mantequilla a temperatura ambiente cortada en cuadritos.
esencia de vainilla a gusto.
- Ponemos el azúcar y las claras a baño maría hasta que el azúcar se diluya completamente, comprobamos poniendo un poquito entre la yema de los dedos índice y pulgar; no debemos sentir ningún granito.
- Llevamos esta mezcla a un bol y montamos las claras a punto de nieve. Esto se hace con una batidora muy potente, porque tarda unos 15 minutos aproximadamente.
- Cuando esté montado y la mezcla esté fría, añadimos la esencia de vainilla y vamos agregando la mantequilla.
Inicialmente parece que la mezcla se corta, pero hay que seguir batiendo para que se integren bien todos los ingredientes. Y ya está, tenemos un delicioso relleno o crema para cupcakes.
Para que se hagan una idea de cómo quedó la tarta, aquí tienen la foto del corte que me envió Toño, dice que estaba muy rica.
Y aquí otra vez los cumpleañeros de la noche:
Nos leemos el próximo lunes a eso de las 18h.
Besitos